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Un curtín es una construcción característica del occidente asturiano,cuya función es ser el refugio de las colmenas contra el fuego, ladrones y el ataque de animales como el oso, zorro y tejón.
Consiste en un cerramiento de mampostería rematado por un alero de losas. Su planta es circular u ovalada -incluso cuadrada- y puede alcanzar los 3 metros de altura, suelen tener una pequeña puerta para acceder al interior aunque en ocasiones también se prescinde de ella y se accede por unas escaleras de madera.
Se construyen en pendiente, aprovechando el desnivel del suelo para crear escalones donde se asientan las colmenas o trobos (Antiguas colmenas que consistían en un tronco hueco en el interior con 2 palos en cruz donde antiguamente las abejas hacían sus panales de miel).
El emplazamiento se selecciona cuidadosamente, deben estar orientados al mediodía y resguardados del viento del norte. El monte ha de ser rico en flora mielífera, especialmente brezos y disponer de agua cerca. Y por último respetar que en las cercanías o a una distancia mínima no hubiese otro curtín.
La miel tiene muchas propiedades terapéuticas (Havsteen 2002). Se puede usar externamente debido a sus propiedades antimicrobianas y antisépticas.
Así, la miel ayuda a cicatrizar y a prevenir infecciones en heridas o quemaduras superficiales. También es utilizada en cosmética (cremas, mascarillas de limpieza facial, tónicos, etcétera) debido a sus cualidades astringentes y suavizantes.
Debido a su contenido de azúcares simples, de asimilación rápida, la miel es altamente calórica (cerca de 3,4 kcal/g), por lo que es útil como fuente de energía rápida.
Las abejas añaden además una enzima llamada glucosa oxidasa. Cuando la miel es aplicada sobre las heridas esta enzima produce la liberación local de peróxido de hidrógeno.
Es también un buen ingrediente para la elaboración de mascarillas faciales caseras.
Es usada para el alivio sintomático del resfriado. Estudios en personas de entre 2 y 18 años con infecciones en las vías respiratorias demostraron que es capaz de aliviar las membranas irritadas en la parte posterior de la garganta y que tiene efectos antioxidantes y antivirales. Además, un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera segura, fuera del período de la lactancia, para aliviar la tos.
Su dulzura y textura de jarabe calmarían el dolor de garganta, pero también influirían su contenido antioxidante y su efecto antimicrobiano. Para niños menores de un año no es recomendable porque existe el peligro del desarrollo del botulismo. Este último riesgo se hace ínfimo en niños más grandes.
Los catarros se combaten popularmente en algunos países endulzando con miel al zumo de limón o el té de cebolla. La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de miel para el alivio de la tos en niños mayores de un año...
Es un excelente conservante natural... Es altamente perdurable, no caduca. Gracias a su alta concentración de azúcar, mata a las bacterias por lisis osmótica.
Las levaduras aerotransportadas no pueden prosperar en la miel debido a la baja humedad que contiene...
El Curtín de Ibias es una empresa apícola reconocida por su compromiso con la alta calidad de sus productos y el respeto absoluto por el medioambiente, lo que asegura la sostenibilidad de esa calidad.
Situada en el concejo de Ibias, en Asturias, una región con gran tradición apícola, nuestra miel destaca por una característica única: la floración del brezo que rodea todas nuestras colmenas, ubicadas a más de 800 metros de altitud, una ventaja a la que pocos apicultores pueden acceder.
Todo lo que nuestras abejas recolectan y producen es cuidadosamente seleccionado a mano para crear de forma artesanal la miel de El Curtín de Ibias, garantizando así un producto tradicional y auténtico: una miel por naturaleza.
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